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miércoles, 11 de marzo de 2015

EL CONSEJERO DEL REY


EL CONSEJERO DEL REY

Cuentan que un rey tenía un que ante circunstancias adversas siempre decía: “qué bueno, que bueno, que bueno”. Un día de cacería, el rey se cortó el dedo del pie y el consejero exclamó: “Que bueno, que bueno, que bueno”.
El rey cansado de esta actitud, lo despidió y el consejero le respondió: “Que bueno, que bueno, que bueno”. Tiempo después, el rey fue capturado por una tribu para sacrificarlo ante su dios. Cuando lo preparaban para el ritual, vieron que le faltaba un dedo del pie y decidieron que no era digno para su divinidad al estar incompleto, dejándolo en libertad.

El rey ahora entendía las palabras  del consejero y pensó: ”Qué bueno que haya perdido el dedo gordo del pie, de lo contrario ya estaría muerto”.

Mandó a llamar a palacio al consejero y le agradeció. Pero antes le preguntó por qué dijo “Qué bueno” cuando fue despedido. El consejero respondió: “Si no me hubieses despedido, habría estado contigo y como a ti te habrían rechazado, a mí me hubieran sacrificado”.
La vida es como un laberinto, con muchos caminos por tomar. En el diario caminar podemos estrellarnos contra las paredes cuando las circunstancias son difíciles. Pero hay que tomar una actitud como la del consejero de la historia: positiva y de desapego. Nada ganamos angustiándonos, preocupándonos y torturándonos con los problemas. Para cualquier dificultad en la vida existe una razón que muchas veces escapa a nuestra perspectiva y no entendemos en el momento.
No podemos entender el porqué de todas las paredes del laberinto, a menos que nos elevemos  y veamos la figura completa.
La vida es un aprendizaje permanente: todo estudiante recibe primero la lección y luego los problemas para resolver. En la vida real es al revés: primero nos dejan problemas para resolver y luego se debe deducir la lección. De la misma forma como la tensión durante un examen hace que baje nuestro rendimiento, la vida nos prueba que la mejor forma de rendir bien es con desapego y una buena actitud. ¿Por qué es tan difícil enfrentar los problemas con una actitud positiva?, por la distancia entre usted y el problema.
Imagínate que vas en patines y remolcado por un auto, si tienes la cuerda muy corta entre tú y el auto, seguramente no verás con anticipación los baches en la pista y te golpearás. En cambio, sí eres remolcado por un auto con una soga larga, verás los baches y podrás esquivarlos.
Lo mismo ocurre en la vida: mientras más distancia tomemos y tengamos más soga entre nosotros y los problemas, podremos tener la libertad para escoger nuestra respuesta y evitar los golpes.
ATIVIDADES
1.-Ilustra el cuento:
2.- Representa en un organizador visual el cuento leído.
3.- Busca el significado de las palabras en negrita. Luego escribe una oración con cada una de ellas.

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