LA ASAMBLEA EN LA
CARPINTERÍA
Una noche hubo una extraña asamblea en la carpintería. Todas
las herramientas esperaron el silencio y la soledad de la noche para discutir
sobre algunos problemas que había entre ellas.
El martillo quería dirigir la reunión, pero las demás herramientas no se lo permitieron, porque hacía mucho ruido y además se la pasaba todo el día golpeando.
El martillo entonces acepto su culpa, pero a la vez pidió que no aceptaran que el tornillo dirija el debate pues había que darles muchas vueltas para que sirva de algo. El tornillo acepto la acusación, pero pidió que la lija no fuera aceptada pues era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.
La lija estuvo de acuerdo, con la condición de que el metro fuera expulsado porque siempre se la pasaba midiendo a todos según su medida, como si fuera el único perfecto.
- Está demostrando que todos tenemos defectos, pero también
poseemos muchas virtudes y eso nos hace valiosos. Trabando en equipo somos
capaces de los muebles más finos y bellos.
Después de la palabras del serrucho se reanudó la asamblea, y entre todos, encontraron que el martillo era fuerte, que el tornillo era capaz de unirlos, que la lija era especial para afinar y limar asperezas y que el metro era preciso. Después de esta conversación se sintieron orgullosos de sus virtudes y de trabajar juntos con tolerancia.
(Adaptación)
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