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lunes, 8 de febrero de 2016

EL PICAPEDRERO AMBICIOSO

EL PICAPEDRERO AMBICIOSO

 Había una vez un hombre que se dedicaba a cortar piedras de una gran roca. Su trabajo era muy duro y además, el dinero que ganaba, apenas le alcanzaba para vivir.
Un día, que se encontraba muy cansado por su trabajo, se dijo:
-          ¿Por qué no seré un hombre rico para así poder estar descansando en mi cama?
Y mientras el picapedrero pensaba en todo lo que podía hacer si tuviese dinero, se le apareció un hada que le dijo:

-¡Que tu deseo sea satisfecho!
Y el hombre se convirtó en un millonario que descansaba en su cama tal como lo había soñado.
Un día observó que llegaba a su pueblo un hombre mucho más rico que él. Esto lo hizo sentirse mal, pues no sabía que había otros hombres con más fortuna que la suya. De pronto se dijo:
-          ¡Si yo pudiese tener todo el dinero que tiene ese hombre!



El hada se apareció nuevamente y le dijo:
-¡Que tu deseo sea satisfecho!
El hombre se convirtió en gobernante y se paseaba por las calles de su pueblo en un hermoso carruaje, pero los rayos del sol le causaban un intenso calor. De pronto se dijo:
-¡Quisiera ser el astro rey que todo lo domina!
-¡Que tus deseos sean cumplidos! – dijo nuevamente el hada.
Y el picapedrero fue transformándose en el sol que derramaba sus rayos sobre la Tierra quemando todo lo que quería y haciendo sudar hasta los personajes más poderosos.
Pero, una nube se interpuso en los  aires y la luz solar quedó opacada.
Irritado el sol al ver su luz oscurecida, gritó furioso:
-¡Quiero ser nube!


El hada se presentó una vez más y le dijo:
-¡Que tus deseos sean cumplidos!
El sol se convirtió en nube, daba sombra a la Tierra y de vez en cuando brotaban de ella gotas de agua que regaban los campos de cultivo, haciéndolos reverdecer.
Pero nada podía hacer el agua de la lluvia contra la roca, a pesar de  caer con mucha fuerza.
Entonces se oyó un terrible grito que decía:
-        - Esa roca es más fuerte que yo. ¡Quiero ser roca!


-       Y el hada se presentó nuevamente y le dijo:
-          -¡Que tus deseos sean cumplidos!
Y la nube fue convertida en roca. Y ni los rayos del sol ni la fuerza de las lluvias fueron más fuertes que ella. Pero llegó un hombre con una herramienta, un picapedrero con un pico y un martillo que golpeándola lo iba haciendo pedazos.
Entonces la roca dijo:
-          ¡No, no puede ser. Ese picapedrero es más poderoso que yo!¡Quiero ser picapedrero!
El hada bondadosa y obediente como siempre le dijo:
-          -¡Picapedrero serás!


Y el ambicioso, transformado tantas veces, volvió a ser el picapedrero que trabaja todo el día duramente.

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